Etapa Aborigen
Hace miles de años Cuba presentaba un panorama diferente al actual.
Las zonas que hoy se utilizan en la agricultura, en la industria o como asentamientos habitacionales y que cubren grandes extensiones de terreno, fueron en épocas pasadas inmensos bosques cuyo tamaño y densidad debió influir en diversos aspectos del clima y sirvió de habitación a especies de animales, que podían utilizar como alimento las comunidades aborígenes aquí asentadas. La vegetación era de tal magnitud, que los cronistas refieren que se podía andar por debajo de los árboles muchos kilómetros sin salir de su sombra. Las lluvias eran más frecuentes que en la actualidad. Los húmedos montes eran lugar propicio para la proliferación de un gran número de insectos y otros tipos de animales.
Al estudiar la trayectoria aborigen es necesario remontarse a un momento cercano desde el punto de vista geológico (estamos en el holoceno, último período geológico, que está en pleno proceso de desarrollo, este se puede considerar en unos doce mil a diez mil años de antigüedad).
Desde que comenzó el poblamiento de Cuba hace más de seis mil años, hasta la llegada de los conquistadores españoles se produjeron una serie de cambios con relación al presente.
La comunidad aborigen que vivió en el territorio de este municipio se ubica dentro del Mesolítico, en una etapa de economía de apropiación y fase cultural Protoagrícola. Esta surge en un momento de amplio desarrollo de las comunidades preagroalfareras. Dos elementos la distinguen de la misma: el micro sílex y la presencia de pequeñas cantidades de cerámica.
En sus inicios la fase Protoagrícola estaba definida por la no existencia de la agricultura ni de la alfarería (con posterioridad se comprobó la presencia de una alfarería simple en los sitios de asentamientos Protoagrícolas, lo que demuestra que la conocían y la utilizaban). Esta denominación se utiliza para designar solamente un elemento: la agricultura y el llamarla protoagrícola indica que se trataba del momento anterior a la misma.
En los inicios no se hablaba de ninguna técnica, ni de ninguna industria en particular como se había hecho en los casos anteriores (si se tiene en cuenta que se denomina industria al conjunto de artefactos de un mismo material o de una misma tecnología de fabricación presentes en un sitio arqueológico, se puede afirmar entonces que en “Cayo Jorajuría” donde habitó una comunidad Protoagrícola existía una industria de la concha y de la piedra tallada, pues las piezas colectadas allí así lo demuestran).
No es hasta la década del setenta que se realizan en Cuba excavaciones con técnicas precisas en varios sitios arqueológicos (Protoagrícolas), donde se encontró entre las capas naturales de las mismas fragmentos de cerámica unida a una industria de la concha y de la piedra tallada, en la que eran elementos determinantes las piezas microlíticas.
Estos descubrimientos fueron creando las condiciones para que se esbozara en forma definitiva la necesidad de establecer como cultura arqueológica el conjunto de las manifestaciones de la vida de nuestras comunidades aborígenes. Como consecuencia de lo anterior, surgió el concepto de etapa Protoagrícola que es transicional entre la anterior preagroalfarera y la posterior agroalfarera.
Ha sido muy polemizada la duración de la fase Protoagrícola. Los estudiosos en arqueología han planteado varias etapas o períodos de tiempo, la más acertada es la que sugiere que esta etapa en Cuba duró solo un milenio desde el dos mil hasta el mil A.P. (aquí se acepta la duración para los aborígenes que habitaron “Cayo Jorajuría”, pues los fechados radiocarbónicos han dado para la capa estratigráfica 0.40-0.50 m una antigüedad de 3870 -40 correspondiente al año 1920 a.n.e. Si se tiene en cuenta lo colectado en la superficie o muy cerca de ella se aproxima bastante a la hipótesis).
Marco Geográfico en que se desarrolló la Población Aborigen
Los lugares de asentamientos protoagrícolas generalmente se encuentran ubicados sobre zonas pantanosas abundantes de mangle (en el caso de "Cayo Jorajuría" sí es una zona pantanosa donde abunda éste).
pero sí están muy cercanas a estas zonas o colindantes a las mismas. Las evidencias que ofrecen los restos alimenticios hallados en las excavaciones, indican que estos grupos explotaban en forma sistemática, los recursos alimenticios que ofrecía el manglar. También se movían en zonas boscosas cercanas, donde realizaban labores de caza y posiblemente se dedicaban a la recolección de algunas especies vegetales silvestres.
En Cuba se han reportado doce sitios Protoagrícolas importantes, ellos son:
- Hoyo del Muerto (península de Guanahacabibes hacia el sur).
- La Tomasa (norte de La Habana).
- Arca al este de la ciudad de La Habana (costa norte).
- San Martín (costa norte de La Habana).
- Arca del Río Canímar (costa norte Matanzas).
- La Macana (norte de la bahía de Cienfuegos).
- La Gloria (sur de Camagüey).
- Cueva del Muerto (este de Santiago de Cuba).
- Abrigo de las rocas y Cueva del pueblo (sureste de Guantánamo).
- Aguas verdes (más al este, en Baracoa).
Los sitios habitacionales de los aborígenes pertenecientes a la fase Protoagrícola se encontraban, como se ha dicho ya, en áreas despejadas y muy cercanas a las costas, ya que estas le proporcionaban los peces y crustáceos a los que eran tan aficionados.
El residuario "Cayo Jorajuría" por su proximidad a la costa se denomina costero, es un lugar bajo rodeado de marismas y mangles, pero con buen acceso a un mar (bahía de Santa Clara) de poca profundidad y salpicado de numerosos cayos e islas. Dicho territorio brindó facilidades de vida a los aborígenes que habitaban en él, puesto que abundaban la pesca en los mares, jutías e iguanas en los bosques y frutas en las llanuras cercanas al sitio.
Este lugar fue explorado en 1951 por los doctores René Herrera Fritot y Ernesto Tabío Palma. El cayo es de forma triangular, por el lado oeste, el terreno sube en suave colina, comprobándose que se trataba de un regular montículo artificial de forma oval, en cuya superficie aparecían numerosas piezas de valor arqueológico. Está formado de tierra parda y se encuentra erigido en el extremo noreste de un cayo firme, en la época indígena que daba aislado en medio de una extensa marisma o laguna salada de poco fondo a 1.5 kilómetros al interior de la costa propiamente dicha. La barrera entre el mar libre y las marismas forma una amplia ensenada de playa llamada Menéndez.
Originalmente la altura del montículo debió ser de unos 2 metros, pero la erosión lo fue rebajando por lo que a la superficie afloraron multitud de gravas y fragmentos indo-arqueológicos más pesados que la tierra.
Aspecto físico
En la actualidad existen un sinnúmero de dificultades para arribar a conclusiones sobre la constitución y aspecto físico de los hombres que vivieron en "Cayo Jorajuría", puesto que todavía no se han hallado enterramientos en este sitio. Se plantea que en América tenían características mongoloides, por lo que se considera, que los individuos de esta etapa debieron ser, en rasgos generales similares a los de allá. Por lo planteado anteriormente queda pendiente la clasificación antropológica de los primitivos habitantes del noreste de Martí.
Relaciones con el resto del Caribe
Se estima que lo primitivos pobladores de "Cayo Jorajuría" habían logrado un considerable desarrollo, por lo que estaban en condiciones de sostener algún tipo de vínculo con los habitantes de las grandes islas de Las Bahamas.
Como es sabido, el mar que baña las costas de este municipio es de poca profundidad y está salpicado de una gran cantidad de cayos e islotes que forman el archipiélago Sabana-Camaguey, también se conoce la afición de nuestros aborígenes por la navegación, por lo que se deduce que navegando de cayo en cayo pudieran llegar hasta lugares insospechados.