Movimiento obrero
En esta etapa se observa un auge del movimiento obrero y de las luchas por reivindicaciones económicas y sociales dentro de las que se pueden destacar la huelga de marzo de 1935 y la fundación de la CTC entre otras de carácter nacional. Así el 2 de mayo de 1931 quedó constituida aquí la Sociedad Obreros de Martí y se acordó manifestar al gobernador civil la composición de la directiva integrada por José Yanes García como presidente, Domingo Yanes y Emilio Saavedra y los suplentes José A. Olivera, Pedro Díaz, Florencio Figueroa, Francisco Morales, Domingo Lezcano y Luis Pulido.
En 1933 fue fundado el primer sindicato obrero del central Guipúzcoa hoy CAI Esteban Hernández, por Lázaro Sotolongo, Leopoldo Mergares( Papito), Miguel Castro y Juan Pedroso Menéndez, y al iniciarse la zafra de 1934 éste estaba integrado por Donato Ripell ( Secretario General) y además por Leopoldo Mergares, Miguel Castro, Lázaro Sotolongo, Emilio Beltrán, Ramón Yanes y Miguel Morales. Este año se introduce la jornada de ocho horas de trabajo en el lugar de doce como estaba establecido hasta el momento. En este mismo año fue asesinado Donato Ripoll de manos de otro obrero por diferencia de trabajo y ocupa el cargo de secretario general Leopoldo Mergares que era miembro del ejecutivo de dicha organización obrera.
Después de constituirse la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC) fue elegido como secretario general Valentín Pedroso y la integraban además Leoncio Torres, Prudencio y Juan Tortoló, Ramón Yanes, Miguel Castro y otros.
Existen además en el municipio una organización obrera denominada Asociación de obreros de las Colonias Agrícolas de Martí, cuyo presidente y delegado permanente fue Bonifacio Romero Pérez que según consta en el acta de las elecciones verificadas por esta asociación el día 18 de noviembre de 1934 fue reelecto presidente para el mandato siguiente que comenzaba el primer domingo de Diciembre, pero ya el día 10 del propio mes Bonifacio denuncia que un grupo de aproximadamente 50 personas lidereadas por Ramón Gonzáles Sierra y Agapito Gonzáles invadió los portales del local donde funcionaba la Asociación ( frente a la estación de ferrocarriles) amenazando con romper las puertas que estaban cerradas y exigiéndole su renuncia.
Romero sostiene que estos elementos que querían entrar por la fuerza en el local de la asociación gritaban ¡Viva Tabío! y ¡Muera el negro Romero! Sin que ningún agente de la autoridad tratara de impedir aquel acto incivil. Según se deja ver en lo antes expuesto por Romero los elementos del incidente fueron organizados por funcionarios de la administración municipal, especialmente por el Dr. Lucas Alvarez Tabío que no le convenía las actividades que venía desarrollando en defensa de los obreros, la citada Asociación de Obreros de las Colonias Agrícolas de Martí.
En telegrama remitido a la oficina provincial del trabajo en Matanzas por esta asociación el día 24 de abril de 1934 dice textualmente: “Oficina provincial del trabajo en Matanzas, Situación Obreros Agrícolas Martí desesperante. Explotación inicua empújanos a huelga. Urge intervención pedida a ese centro, Bonifacio Romero Pérez, Delegado Permanente”.
El 9 de mayo de del mismo año por la Resolución de la Secretaría Provincial del Trabajo se crea la Comisión de Cooperación Social de Martí para tratar de resolver las demandas presentadas por la Asociación de Obreros Agrícolas de Martí a la Asociación de Colonos.
Las luchas obreras continúan en este convulso período de la década del 30 y el 18 de agosto de 1934 llega a la colonia Pintó de este municipio el obrero de origen español Saturnino Breñas Alonso, procedente de Banaguises y activista del comité distrital de Matanzas del partido comunista y al siguiente día inicia su primera y única jornada de trabajo en dicha colonia, por la tarde convocó a los obreros en una guardarraya a una improvisada asamblea donde llamó a la huelga si no eran satisfechas sus demandas. Los obreros arengados por Braña inician el paro y presentan la demanda de $ 1.00 como salario por trabajos de chapea y siembra de caña. El dueño de la finca, José Alcebo Hernández, no aceptó la demanda y denunció a Brañas en cuartel de la guardia rural de Itabo.
En la sesión extraordinaria de la asociación de obreros agrícolas de Martí, de fecha 26 de noviembre de 1934, los delegados de las distintas colonias protestan por el jornal de 50 centavos que se les pagaba bajo amenaza de los patronos de dar cuenta a la guardia rural si se negaban a trabajar por inconformidad con el salario mencionado.
En esta misma sesión la representación de la colonia Alameda manifestó tener vale en pago de un jornal de 50 centavos como prueba de la violación del pacto firmado con la Patronal donde se comprometieron a pagar 80 centavos por jornales y solicitaban además que en las colonias no se le debía negar a los residentes el pedazo de tierra que se les venía concediendo para sembrar algunas viandas con el fin de no morirse de hambre cuando realizaban los trabajos por extinción de los mismos o por conveniencia de los patronos tal era la precaria situación económica en que vivían los obreros de las colonias agrícolas de este territorio.
Así mismo los representantes de los obreros de la colonia Favorito manifestaron que los que están guataqueando no ganaban más de 20 o 25 centavos y que al hacer la reclamación el administrador le manifestó que no pagaría más que el precio establecido por el a cada surco de caña, es decir 2 1/2 centavos.
Con fecha 26 de julio de 1934 fue radicada en el tribunal de urgencias de Matanzas la causa 48/34 contra Antonio Jorejuría Amat, administrador de la finca San Ricardo por no pagarle lo convenido a uno de sus obreros llamado Cirilo Marrero, en cuya causa declararon los testigos Bonifacio Romero Pérez, Cirilo Marrero Rojas, Candelario de Armas Ricabal, Otilio Menéndez, José María Menéndez y el doctor Lucas Alvarez Tabío, Alcalde municipal.
Si bien es cierto que en las conclusiones provisionales el fiscal solicitó 6 meses de prisión y el pago de los costos en total, no es menos cierto que en el juicio final modificó sus conclusiones provisionales y solicitó después la libertad de Jorajuría y lo declaró libre del pago de costo. Esto fue confirmado por el tribunal a través de la sentencia # 11 lo que deja ver claramente los mecanismos de componenda existentes en la época que daban al traste con los intereses de los poderosos y las pocas posibilidades que tenían los obreros de hacer valer más sus elementales derechos.
Por otra parte José María Jorajuría, dueño de la colonia Favorito que ya venía confrontando problemas con sus trabajadores y su organización obrera, es acusado el 12 de septiembre de 1936 por Nicolás Pedroso y otros trabajadores hasta el No. De 20 por pagarle a sus obreros con vales, los cuales tenían que cambiar por mercancías en la bodega de Luis María Herrera en Itabo y que estos vales eran liquidados los días 2 y 17 de cada mes ya que perdían su vigencia si no eran consumidos. Los obreros que acusaron a Jorajuría por esta violación fueron además de Nicolás Pedroso, Juan Carrillo, Domingo Gómez, Heriberto Alcalá, Santiago Marques, Agapito García, Santos Alcalá, Ismael Morales, Severiano Menéndez, Miguel Peñalver, Alejandro Triana, Pedro Menéndez, Manuel Paz, Antonio Menéndez, Ismael García, Francisco García, y Reyes Herrera.
En marzo de 1935 se produce el último gran movimiento obrero correspondiente a la revolución de los años 30. Durante la huelga el municipio quedó incomunicado, pues los trabajadores de los ferrocarriles ( único medio de transporte hasta aquí), se sumaron a la huelga y hasta el día 13 de marzo no comenzaron a circular los trenes.
Al movimiento huelguístico se sumo masivamente en la provincia la clase magisterial, produciéndose la paralización de las actividades docentes en todos los municipios. En Martí, uno de los sectores más destacados fue precisamente el educacional, pues el ciento por ciento de las escuelas permanecieron cerradas. Así el 12 de marzo el Alcalde municipal Dr. Lucas Álvarez Tabío, preocupado por la situación informó al gobernador provincial que ningún maestro estaba dispuesto a concurrir a clases.
Por la gran efectividad que había alcanzado la huelga en este sector en toda la provincia, el secretario de instrucción publica por conducto del superintendente provincial de escuelas hace saber a todo el personal relacionado con la escuela publica que tenían un plazo hasta la una de la tarde del día 14 para reintegrarse al trabajo, de lo contrario se consideraba que habían renunciado a las mismas o inmediatamente serían sustituidos.
Ante la caótica situación económica que atravesaba el magisterio, al igual que los demás trabajadores del país y ante el ultimátum recibido del gobierno, muchos maestros, temerosos de perder su plaza comenzaron a ceder en sus propósitos huelguísticos y así informe del Alcalde municipal al gobernador provincial plantea que gran número de maestros habían reanudado las labores de clases en la tarde del día 14 de marzo.
Las luchas obreras se fueron agudizando y en el año 1940 se produjo el mayor movimiento huelguístico ocurrido hasta la fecha en el central Guipúzcoa (hoy Esteban Hernández) al negarse el apoderado Azqueta a firmar el convenio colectivo de trabajo con los obreros y que producto a la huelga no comenzó la zafra en el tiempo fijado provocando este hecho la intervención de la guardia rural que trató de forzar a los trabajadores a comenzar las labores pero que al final resultó que este movimiento consiguió la firma del convenio colectivo que era el objetivo planteado, por lo que se considera una de las conquistas del movimiento obrero en esta fábrica de azúcar.